viernes, 15 de noviembre de 2013

ENTREVISTA A...

DIEGO ROLDÁN PÉREZ

(Derecha) 

La Semana Santa es una parte importante de su vida, y está formada por recuerdos, recuerdos de un Martes Santo viendo la Candelaria por los Jardines de Murillo, de la Hermandad de San Bernardo, lugar dónde su madre estudiaba, o de la salida de los Caballos de Santa Catalina, hermandad a la que está vinculada toda su familia.

Su pasión por las cofradías no viene de un fuerte arraigo familiar, por lo que podría decirse que ser costalero nace de él,  pasión que ruge desde aquellos juegos con "pasitos" por el barrio, montados con dos palés para la diversión de cuatro chiquillos que irían debajo.

 Conforme fue haciéndose mayor intentó probar suerte, primeramente en Hermandades de Gloria, pero la altura le impedía iniciarse como costalero.
Su ocasión llegó en 1990. Tenía la edad de 17 años cuando Salvador Perales le abrió las puertas para estrenarse en el Misterio de las Siete Palabras. Allí entraría además, junto a muchos jóvenes costaleros que actualmente continúan acompañando a Diego en este mundo. En el Cristo de las Siete Palabras estaría unos 6 años de costalero.

 Cuando cumplió los 18 en 1992, entró en la cofradía de su familia, en el Misterio de la Exaltación y además, debido a su amistad con Enrique Martínez, actual contraguía de Antonio Santiago, conoce a Manolo Santiago, al que le pide trabajo en la Paz.
Nos cuenta que el propio Manolo lo escoge de entre la multitud para rellenar un hueco que hubo.
Ese mismo año comenzaría a salir también en el Señor de la Resurrección y asimismo, años más tarde,  trabajaría con Manolo e hijo en las Penas de San Vicente y en la Buena Muerte de los Estudiantes, entrando en los años 95 y 97 respectivamente.   


Diego  (Derecha) junto a David Valverde,
actual ayudante de Mariano Falcón en la Exaltación
Año 1993

Entorno a 1997, ya había dejado de salir en  los Caballos de Santa Catalina, y con la ayuda de su compadre J. María Chazarri entra en el misterio de Ntro. Padre Jesús con la Cruz al Hombro de la Hermandad del Valle, allí trabaja por vez primera con los Hermanos Villanueva ya que estos guiaban el misterio del Valle antes de pasar a mandar la Hermandad de la Cigarreras.


Año 1997
El mismo año también empezaría  a trabajar con otra de las grandes sagas de capataces de Sevilla, Los Ariza, en el nazareno de La O. Allí en la Hermandad de la calle Castilla estaría unos 5 años y se lleva el recuerdo, vivido desde fuera del paso, de ver a Pepe Ariza mandando la entrada del paso sin la ayuda de sus contraguías.



Año 1999

 Llegados al 2000, dejaría de sacar la cofradía de los Estudiantes y también el Señor de la Victoria de la Paz para entrar en Ntro. Padre Jesús del Silencio en el Desprecio de Herodes de la Hermandad de la Amargura, misterio que sigue sacando actualmente.




 Durante ese año también dejaría de pertenecer a la cuadrilla de Las Penas de San Vicente pues Diego tenía en mente sacar el Cautivo de Santa Genoveva.
En el Cautivo no hubo hueco para él ese año,  por lo que surgió la posibilidad de sacar, con Javier Díaz Espinosa, miembro del equipo de capataces de la Hermandad de las Aguas, el paso de misterio.

Pero algo impidió que pudiera llegar a sacarlo.

Diego acostumbraba, desde que comenzó a trabajar con los Villanueva, a realizar las mudás y desarmás de Santa Marta. Ya que, aunque no pensaba que tuviera la más remota posibilidad de entrar algún día en aquella grandísima cuadrilla, sí que le gustaba realizarlas, porque entre otras muchas cosas, trabajaba con grandes costaleros y se conservaba el detalle antiguo de pagarlas.
Ese mismo año, no sabe muy bien por qué, no fue a realizar la mudá.
Entonces su compadre Jose Mª lo llamó para que fuera urgentemente. No entendía muy bien el motivo.
Al llegar, Manolo Villanueva lo sentó en el bar de San Juan de la Palma (tras los cristales, la expectación era máxima, entre ellos su compadre que sabía ya de que iba la cosa) y le ofreció la posibilidad de sacar Santa Marta.
Desde entonces pertenece a la cuadrilla de costaleros profesionales de Santa Marta.


Diego (zanco derecho) en la mudá
de Santa Marta 2013


Diego igualmente ha sido por un año costalero de Las Cigarreras cuando entraron los Villanueva al mando y un año también de la Soledad de San Lorenzo con los Ariza antes de Salir, desde 2002, en la Piedad de los Servitas, una de las cuatro hermandades que sigue sacando actualmente.




 La última Hermandad en la que entró, y una de las pasiones más grandes para él, fue en la Esperanza de Triana, en el misterio del Stmo. Cristo de las Tres Caídas.
A mediados de los noventa, y también de la mano de Javier Díaz, tanto él cómo su compadre Jose Mª ya intentaron, sin suerte, formar parte de esta cuadrilla, cuando era comandada por Salvador Perales.
Pero no fue hasta el año 2.008, y después de 9 años consecutivos  intentándolo, cuando consiguiera entrar en la cuadrilla.



En su Semana Grande coexisten dos grandes momentos opuestos pero a la vez complementarios que definen las diferentes idiosincrasias que conforman la Semana Santa de Sevilla.

El primero lo vive el Lunes Santo, dónde respira la pureza del oficio con los costaleros profesionales, desde que se encuentra en la reja de San Andrés, junto a la cuadrilla, esperando el momento en que la Hermandad del Santa Marta les abra la puerta para pasar, en la oscuridad, por un pasillo de Hermanos Nazarenos que les llevará al misterio.  Hasta que entra, al son de las campanas, de nuevo en la Iglesia.





 El otro momento, perfectamente antagónico, lo vive llegada la Madrugá, con Triana, bajo el Stmo. Cristo de las Tres Caídas. La alegría de un barrio que se echa a la calle, el júbilo que se forma en Pureza la mañana de Viernes Santo, cuando el misterio aparece para hacer su entrada, completando así la solemnidad, recogimiento y meditación de un momento con el alborozo, compás y alegría de este último.



Lleva  24 años siendo costalero, y nos comenta que ha aprendido de ellos, de la experiencia, de haber visto a compañeros trabajar y de haber trabajado él mismo con tan grandes y diferentes capataces de Sevilla.  Le quedan pocos sueños por cumplir bajo las trabajaderas, quizás, nos añade, tiene una espina clavada con el Señor del Gran Poder, una de las Hermandades a las que pertenece, pero puesto a elegir prefirió sacar al Stmo. Cristo de las Tres Caídas.

Diego recuerda con afecto algunas vivencias entrañables, como la vez que se metió bajo el Stmo. Cristo de la Salud de San Bernardo el día de su subida al paso o cuando en el año 2009, por motivo del XXV de la Coronación la Esperanza de Triana, tuvo la oportunidad de pasear extraordinariamente a su devoción mariana.

Nos cuenta también varias anécdotas embarazosas  pero que ahora rememora con gracia, como la que le ocurrió bajo el misterio de Santa Marta. Se encontraba  en aquel entonces de fijador derecho de primera, cuando de repente sintió algo entre sus pies, intento mirar hacia abajo y “abrirse de patas”, como pudo, para saber que era. Cuando lo supo, en el silencio que se forma al paso de la cofradía, empezó a decir:
 - ¡La cola, la cola!
 Todos sus compañeros, incluido Antonio Villanueva, preguntaban extrañados:
-  ¡¿Qué cola?!
 Esa “cola” había llegado a los pies de tercera y era, nada más y nada menos, que la cola del traje de nazareno del maniguetero.

Le preguntamos también por la masificación en el mundo del costal. Piensa que es un “Boom” que viene de principios de los noventa, que prácticamente de un año a otro se paso de necesitar a gente, a encontrarse muchísimas personas en una igualá.
Este auge dura hasta nuestros días y asegura que perdure la afición y  se extienda creando un mundo de cuadrillas, bares, Blogs, bandas, que hace que este universo se mantenga vivo.


Para terminar, Diego quiere dar las gracias a todos los capataces que le dieron la oportunidad de trabajar con ellos (en particular a la familia Villanueva) y sobre todo a sus tres grandes hermanos, en este mundo y en el personal, Enrique Martínez, Isaías Fernández y José María Chazarri. Nosotros por nuestra parte le agradecemos a él, su amabilidad, colaboración y todo el tiempo llevado en la entrevista. Gracias.



De izquierda a derecha: Enrique, J. María, Isaías y Diego.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Con tantos años de experiencia a sus espaldas, en las que incluso ha ido perdiendo pelo, no hay un año que lo recuerde especialmente??? No se.........2012 por ejemplo

Anónimo dijo...

Me.alegro mucho Diego, q todos sus momentos hayan sido positivos, incluso las 6 horas de la gran plaza. Enhorabuena

Anónimo dijo...

Diego, que bonita la.experiencia de la.levanta, del stmo cristo de las tres caida, del 2013 en campana, en????

Anónimo dijo...

Yo, que lo he visto en alguna ocasion, no logro entender aun como, igual que lo eligieron de entre la multitud para la hdad. de la Paz, lo pudieran "invitar a que se fuera" en La O. Una pena

Acha dijo...

JjajajjaajjajajajjajajjajajjjaajajJajaj! , que cabrones sois. Identificarse cabrones.

Anónimo dijo...

De las cosas mas bonitas q he visto yo, fue en una muda de sta marta, q habia uno con unos calcetines blanco.... detalle bonito

Anónimo dijo...

Excelente entrevista, si señor.

Anónimo dijo...

Hijo mio gracias por sacarme en una foto...ya ni me acuerdo del lote kilo que en esa foto tenia ya en lo alto...un beso wapo. Lili tu amigo.